miércoles, 25 de julio de 2012

VIÑA ALMATE, de la tierra a la copa.



Desde hace ya unos cuantos meses se estaba trabajando en la presentación de los vinos de Alfredo en el sur de España, más concretamente en El Puerto de Santa María (Cádiz). VIÑA ALMATE es el nombre de la bodega, refiriéndose al nombre de su creador Alfredo Maestro Tejero, entusiasta de los buenos vinos que van desde la tierra a la copa naturalmente, sin añadidos ni tratamientos químicos, expresando la personalidad de la uva y del terroir de donde procede.


Fran Cordero, sumiller de la
 vinoteca "Vinos y Maridaje"
 El lugar elegido para esta cata fue la mesa de la cada vez más importante vinoteca portuense “Vinos y Maridaje”, donde gracias al servicio de su apasionado sumiller Fran Cordero y al trabajo de presentación del winebloguer Vicente Vida del reciente blog madrileño “Vinos Para Compartir”, me permitieron organizar este evento, ante las numerosas informaciones de la gran calidad de estos vinos.
Vicente Vida, amante y conocedor de muchos buenos vinos, expuso la cata desde un punto de vista de un gran amigo de Alfredo, que lo conoce desde hace muchos años, pero que no tiene ninguna relación laboral con él, solamente una buena amistad. Nos comenta que las grandes características de estos vinos son: su naturalidad, la utilización de maderas nuevas o azueladas sin tostados para que la fruta se exprese con toda su fuerza, y la expresión del terreno de donde chupan las vides. Alfredo respeta la biodiversidad existente entre cepa y cepa, sin necesidad de labrar el terreno o regarlo ni en los momentos de mayor estrés hídrico; incluso planta flores o variedades de plantas que ayudan a la buena sanidad de las vides. Tampoco utiliza productos químicos como herbicidas, pesticidas, sistémicos, etc. Todo siempre de forma tradicional o un poco arcaica.


Mesa de cata
 Esta cata se programó para conocer los vinos de Alfredo, pero principalmente para que fuera una cata entre amigos, para que lo pasásemos bien con buenos vinos. Vicente es natural de San Fernando (Cádiz), y es en su residencia actual en Madrid, donde está disfrutando verdaderamente del mundo del vino. Desde el primer momento, le ilusionó la idea de poder presentar los vinos de Viña Almate en su tierra, rodeado de amigos y comprobando el crecimiento de aficionados con un gran nivel que están aumentando enormemente en número en los últimos años.


Botellas con "lacre"
 De los 5 vinos presentados (Alfredo tiene más referencias), 3 estaban sellados con lacre. Cuando se nos presenta una botella para descorchar con lacre, se nos crea una duda en la cabeza… ¿habrá que rascar todo el lacre antes del descorchado o sólo la parte por dónde va a salir el corcho? La respuesta es ninguna de las dos. La técnica consiste en atravesar el lacre con el tirabuzón del sacacorchos como si no estuviera, y cuando lo hayamos extraído por la mitad, limpiamos las partículas de cera del lacre con una servilleta, para seguidamente, sacarlo por completo, limpiando los restos que quedan en el gollete con mucho cuidado para que no entren dentro de la botella. Como ejemplo, qué mejor que un vídeo explicativo grabado por el dueño de la bodega:


                       


                        

Pasamos ahora a hablar de los vinos que fueron catados. Aunque la bodega se encuentra en la localidad vallisoletana de Peñafiel, los viñedos se hayan repartidos por diferentes zonas cercanas. Es una de las singularidades de estos vinos, que expresan la mineralidad del viñedo o parcela y la añada en cuestión.

46 CEPAS 2010 (14% vol.)
Elaborado con merlot de los viñedos en espaldera situados en Bocos de Duero (Valladolid), a orillas del rio Duero a una altitud de 755 metros. No tiene ningún paso por madera, realizándose remontados diarios y maloláctica en depósitos de acero. Trasiegos naturales para eliminar los precipitados en su elaboración.
En copa se muestra con un color rojo cereza no muy intenso y con ribetes algo evolucionados.
Nariz frutal, madura, elegante, franca y perfumada.
En boca es fresco, sedoso, equilibrado y muy frutal con un postgusto áspero.

VIÑA ALMATE 2011 (14,5% vol.)

100% tempranillo de la zona de Valtiendas (Segovia) a 1000 metros de altitud. Pasó 4 meses en barricas francesas y en su elaboración se añadió el 10% con racimos enteros sin estrujar. Remontados diarios y maloláctica en depósitos de acero, para pasar a las barricas con trasiegos periódicos.
Intenso y cubierto rojo picota, negruzco, denso y opaco.
En nariz sobresale una elegante fruta negra madura con intensidad, y en segundo plano perfume de flores de colores. Escondido, un nítido rasgo mineral que le da personalidad y carácter.
Boca impresionante. Golosa, fresca, frutal, astringente y con taninos poderosos. Retrogusto muy persistente y frutal.

LA OLMERA 2010 (13,5% vol.)

Tinto fino de una parcela en espaldera llamada “La Olmera”, situada en Bocos de Duero (Valladolid) a una altitud de 756 metros. Pasa 12 meses en barricas francesas con trasiegos oportunos por decantación para eliminar residuos e impurezas.
En copa es de color rojo cereza muy intenso y brillante, rodeado de un ribete morado.
En nariz se muestra cerrado al principio, apareciendo a posteriori aromas elegantes a fruta, balsámicos y terrosos.
En boca es potente, elegante, sedoso, sabroso y amplio. Fruta roja de calidad.

LA GUINDALERA 2010 (13,5% vol.)

Tinto fino cuyas cepas en espaldera tienen casi 30 años, de una parcela llamada “La Guindalera” situada en Bocos de Duero (Valladolid) y que está justamente pegada a “La Olmera” pero cuya composición vertical del suelo es diferente a esta. Pasa 12 meses en barricas francesas con trasiegos oportunos por decantación para eliminar residuos e impurezas.
A la vista se muestra con un color rojo cereza muy intenso pero con ribete teja muy evolucionado.
En nariz es potente y profundo con finos rasgos licorosos de fruta roja. Fragante y diferente a todos sus hermanos.
Boca intensa de fruta roja madura licorosa, balsámicos (menta) y flores marchitas. Potente, profundo y sabroso.

CASTRILLO DE DUERO 2010 (14,5% vol.)

Tempranillo de cepas muy viejas de 1940 de la parcela de “La Ladera” de Arauzo de Salce (Burgos) en la Sierra de la Demanda a unos 960 metros de altura. Crianza durante unos 12 meses en barricas francesas. En su elaboración se añadió el 20% con racimos enteros sin estrujar.
En copa es de color rojo picota intenso y profundo, de alta capa y buena densidad.
Nariz potente, elegante, concentrada, compleja y muy frutosa. Fruta roja muy madura, violetas, dulcedumbre, mineralidad… muy varietal.
En boca es una delicia… potente, fresco, tánico, persistente.
Se puede decir que es el vino estandarte con más calidad de Alfredo, dónde se nota el carácter de estas cepas viejas. Es un vino que tiene mucha vida por delante. De los que no dejan indiferente a nadie en una cata vertical.

El debate de la cata estuvo en torno a las enormes diferencias entre LA OLMERA y LA GUINDALERA. Siendo dos parcelas que están pegadas, una junto a la otra, las diferencias organolépticas fueron acusadas, incluso en el color. Sin olvidar que estos vinos están elaborados con la misma variedad, son de la misma añada, y tienen elaboración y crianza idénticas. Sólo es diferente el terreno, aunque estén pegados, de diferente composición en sus niveles. Según Alfredo, “La cosecha 2010 fue extrañamente diferente en cuanto a carga polifenólica, antocianos, taninos, etc… cosas de la naturaleza y no intervención en bodega”. La diferencia entre los vinos sólo es debida a los terrenos, el resto del proceso de producción es idéntico.
Desde aquí quiero dar las gracias a todas las personas que hicieron posible llevar a cabo esta cata-reunión entre amigos del vino. Desde Alfredo Maestro Tejero, pasando por Vicente Vida y Fran Cordero, hasta a los asistentes de esta buenísima tarde con excelentes vinos que expresan de forma clara las particularidades de cada añada.
¡¡Que se repita!!

miércoles, 18 de julio de 2012

TÍO PEPE EN RAMA 2012, más auténtico.



Excelente. Este es el calificativo o puntuación que recibiría nuestro Fino Tío Pepe en cualquier cata a ciegas del mundo entre personas que sepan apreciar verdaderamente la calidad de un buen vino. Y lo pueden comprobar en guías o puntuaciones de personalidades vinícolas tan importantes como Peñín, Proensa, Jancis Robinson, Robert Parker, etc. Por su carácter, por su mineralidad, por su frescura, por su salinidad, por su persistencia, y por su ridículo precio (en torno a los 5€).


Y si a esto le sumamos que es el vino Fino líder mundial en ventas, ya es el no va más. Que sí, que es un vino muy comercial, pero que comercio tan placentero… se lo ha ganado a base de empeño. Si cuando quieren un cream, lo piden diciendo… ¡un Canasta!, en el caso de un Fino se pide… ¡un Tío Pepe! A eso se le llama marquetizar un producto. Después de su envejecimiento por el tradicional sistema de soleras y criaderas, que mantienen una constante calidad año tras año, se procede a la clarificación, estabilización y filtración, antes de su embotellado y salida al mercado. Pero si obviamos estos tres procesos, es decir, embotellamos el vino directamente desde la bota, nos encontramos con un Fino “en rama”, menos preparado para duros viajes en el tiempo por su carga biológica y delicadeza, pero más natural y singular… más auténtico. Y tan auténtico, que era la forma antigua de beber fino, directamente desde la bota.
Refiriéndonos a la marca Tío Pepe, su bodega González Byass, ha sacado su Fino “en rama” para conmemorar el nacimiento hace ya 200 años exactos (1812) del fundador de las Bodegas, Manuel María González Ángel. Desde que salió al mercado ha tenido mucha repercusión, tanto por su baja producción limitada a tan sólo 900 botellas, como por su “nueva tipología” de Fino. Y es que este TÍO PEPE EN RAMA 2012, es el resultado de una selección de las mejores botas de Fino de las cuatro soleras más antiguas de la bodega, que tienen el nombre de “Las Botas de Gran Olor”, buscando los mejores niveles de calidad de este Fino. Es como extraer lo mejor que tiene una persona pero en un vino. El único trato que tiene es una simple decantación en un depósito para eliminar las lías y levaduras más gordas que existen en suspensión antes de ser embotellado, pero nada más. Con esto quiero explicar que este Tío Pepe en Rama 2012, es el mismo Fino que el Tío Pepe de siempre, o mejor dicho, saca lo mejor o más auténtico de Tío Pepe. Es una superselección de las mejores botas de las más antiguas soleras con las que su fundador, Manuel María González, marcaba con una estrella a tiza haciendo referencia a la alta calidad del Fino que había en las mismas. Con esto, el enólogo de esta bodega, Antonio Flores, quiere destacar algo diferente de estas magníficas soleras con esta “saca”, y qué mejor forma de sacarlo al mercado que en unas botellas vestidas con una etiqueta de la colección centenaria de la bodega y directamente de la bota a la botella para que exprese 100% el carácter de las mismas.
¿Qué diferencias podemos entonces encontrarnos entre este “Fino en rama” (1) y el común (2)?
Para empezar, las botellas tienen la misma hechura, mezcla entre bordelesa y jerezana, moderna. Las etiquetas, una centenaria y otra actual. El porcentaje de alcohol, idéntico, 15%.
En copas, siendo recomendable servirlo a una temperatura relativamente baja (8-10 grados), ya el color nos avisa de algo diferente… reflejos más dorados y con algunas partículas mínimas en suspensión por la ausencia de filtración en la (1), y destellos más acerados en la (2). Ambas copas con colores muy cristalinos y brillantes, y con lágrimas ligeras y abundantes debido al grado alcohólico.

En nariz, la (2) presenta aromas más finos y sedosos, como los florales, balsámicos (hierbas verdes), especiados y salinos. La (1) se muestra con más potencia, más carácter; se nota más la solera con aromas que nos recuerdan a levaduras, avellanas, yodados… es una nariz más compleja y expresiva.
En boca también hay diferencias notables y es donde más se acusa la disimilitud entre ambos. Los dos son frescos y punzantes, pero el (2) es más agestre o amargo y el (1) está más redondo y equilibrado. Ambos son potentes y sabrosos. En el (1) resaltan las levaduras de la flor, su crianza biológica, y en el (2) las lías más finas. El postgusto de los dos es para un 10.

Llego a la conclusión de que el Fino “en rama” es como un Fino más gordo, más potente, con aromas y características acusadas del velo flor. En resumen, más auténtico. Para poder apreciar las excelentes cualidades de esta tipología de Fino, es aconsejable beberlo antes de que cumpla los 3 meses desde su saca, como indica en la etiqueta posterior de la botella. Esta en cuestión, señala como fecha límite el mes de Julio… ¡¡uff, a lo justo, jejeje!!
El “jerez” se mueve, y eso es bueno. Y estoy seguro de que lo hace hacia la superación, aumentando la calidad y diversidad de este vino, uno de los mejores del mundo. Y su futuro pasa por particularizar muchos de sus conceptos, entre los que están la “saca” y la superselección de botas de una calidad envidiable.
Tiempo al tiempo.


miércoles, 4 de julio de 2012

I ENCUENTRO BLOGUERS EN BOD. LA GUITA





Por fin se pudo hacer. Es la idea que a muchos de los que escribimos a través del papel digital sobre vinos o gastronomía en general, nos ronda la cabeza desde siempre. Reunirnos para conocernos en persona, para poner cara a esos blogs gaditanos que cada año van creciendo en número y en calidad, y para, de paso, disfrutar de buenos vinos. Se puede considerar como el “I Encuentro Bloguer sobre Vino y Gastronomía de la Provincia de Cádiz”, y espero que se celebren muchos más a partir de ahora.
Se llevó a cabo el pasado 26 de junio en BODEGAS LA GUITA, perteneciente al GRUPO ESTÉVEZ, en la maravillosa ciudad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, y fue excelentemente organizado por los magníficos blogueros Pilar y Juan Antonio del blog gastronómico TÚBAL, uno de los más seguidos a nivel provincial. Esta reunión también valió como acto de clausura del “Día de la Manzanilla 2012”, que en realidad no es un día sino casi un mes. No pudieron asistir todos, eso es casi imposible, pero los que fuimos pudimos comprobar la buena intención de estos blogs y las magníficas personas que hay detrás. Los asistentes fueron:
-     Juan Antonio y Pilar, de TÚBAL.
-     Rafael de la Cruz, de TODO A GRANEL y ENOTOUR.
-     Pepe Monforte, de COSAS DE COMÉ.
-     Charo Barrios, de COME EN CASA.
-     Pepi Relinque y Ángela Gallego, del GRUPO GASTRONÓMICO EL ALMIREZ.
-     José Guzmán, de MI ABUELA NO SABÍA COCINAR.
-     Manuel Sainz de Baranda, de LA COCINA EN EL SUR.
-     María Isabel González, de LICENCIATURA EN TORTILLOLOGIA.
-     Pepe Oneto, de QUE HAYA ALIVIO.
-     Armando Lara, Fotógrafo.
-     Juan Manuel Figuereo, de “DE COPAS CON BACO”.


La visita a La Guita, una de las bodegas de Manzanilla más conocidas dentro y fuera de España, fue muy didáctica y divertida. Dinámica también, ya que tuvimos la suerte o el honor de probar la evolución o estados de esta Manzanilla en todas sus fases de crianza, una crianza que recuerdo que se lleva a cabo por el “sistema de criaderas o soleras”. Catamos desde un sobretabla hasta la solera, criadera a criadera, de la misma bota, lo que se dice “en rama”, es decir, sin filtración, comprobando los cambios que va sufriendo hasta llegar a la solera. ¡Experimentamos la magia de la Manzanilla!
Primeramente, conocimos la bodega matriz donde se embotella y etiqueta. Es la BODEGA PAGO DE SANLÚCAR VIEJO, situada a la entrada de la

ciudad, de dónde salen miles y miles de botellas al año exclusivamente de MANZANILLA “LA GUITA”. Posteriormente, nos trasladamos al centro histórico de Sanlúcar, a la calle Misericordia número uno, a una de las bodegas con más encanto que he visitado. Es donde se formó este sueño, este proyecto. Con el nombre de BODEGA DE SAN JUAN DE DIOS, por tratarse del antiguo Hospital de San Juan de Dios, este “casco”, que es como suelen llamar en Sanlúcar a las bodegas, mantiene botas con más de 200 años de antigüedad en perfecto estado, conservando y criando lo que es hoy en día “La Guita”.

Charlas y conversaciones en torno al vino, a la Manzanilla, a su historia. Porque la Manzanilla es un producto único e inimitable, que sólo se produce en Sanlúcar de Barrameda, gracias a su gente y a las condiciones especiales y excepcionales que se dan en su entorno. Temperatura, humedad, vientos y situación, se suman para crear un microclima idóneo para la “crianza biológica bajo velo de flor”. Debido a su situación costera y a sus factores determinantes como son las marismas, el río Guadalquivir y el Océano Atlántico, la Manzanilla tiene una identidad propia que la hace, como ya he mencionado anteriormente, única en el mundo. Estos factores, y principalmente el viento de poniente proveniente del mar, impiden que el velo de flor de las botas se debilite o desaparezca en los meses

extremadamente fríos o calurosos, consiguiendo una regularidad en el grosor del velo de las levaduras increíble, al contrario de lo que ocurre en muchas bodegas de la zona de Jerez con sus Finos en los meses de Julio y Agosto. Esta es una de las diferencias con los Finos, aparte de las existentes en su análisis sensorial. Mientras que los Finos poseen generalmente un color más intenso debido a la pérdida o debilitación del velo de flor en algún momento del año, las manzanillas son más claras con reflejos verdosos y acerados. En cuanto a su nariz y boca, la manzanilla es más seca y ligera, con un sabor particularmente salado por la proximidad al mar. Y es ahí, pegadito al mar, en la desembocadura del río Guadalquivir, donde mejor se puede disfrutar de una Manzanilla, en la calle Pórtico de Bajo de Guía y acompañado de los bigotudos de Sanlúcar, los langostinos, de una calidad insuperable.
Si tienen la ocasión, viajen a Sanlúcar. Nueve de cada diez personas vuelven atrapados por su encanto, por su belleza, por su gente, por su vino… la Manzanilla.
La fórmula es sencilla: “A través de su gente, conocerá la Manzanilla, y a través de la Manzanilla, conocerá a su gente”.
Espero que se repitan tan buenas experiencias rodeado de tanta buena gente, y desde aquí dar gracias a los que hicieron posible esta reunión en un marco tan idóneo como es el Marco de Jerez. Hasta otra!!