miércoles, 11 de diciembre de 2013

SANTIAGO JORDI, vinos que acarician.



Foto de www.santijordi.com
Hace unos días tuve la suerte de ser invitado a una presentación de 3 vinos tintos en el salón del Sherry Golf Jerez. Son vinos que yo personalmente, estaba deseoso que salieran al mercado, porque sabía que iban a ser especiales por lo que ya había escuchado de amigos que han podido comprobar sus cualidades. Vinos de pequeñas producciones, de viñas escondidas u olvidadas que con buenas manos e intenciones dan lo mejor de sí, lo mejor de su terreno o terroir. Os escribo sobre los vinos de Santiago Jordi Martín, un joven enólogo y viticultor con varios cargos a sus espaldas, entre los que está ser Presidente de la Federación Española de Asociaciones de Enólogos, pero a la vez es una persona que irradia ilusión y seguridad en lo que hace, y principalmente ama al vino, concepto tan importante para elaborar vinos con sentimientos como los que está haciendo.



Viñedo junto al Monasterio
 de la Cartuja
Son vinos de autor, aquellos que reflejan la filosofía que quiere transmitir su elaborador o creador, buscando en todo momento llevar la uva a la copa. La vida de Santi Jordi transcurre como la de muchos enólogos modernos como por ejemplo Telmo Rodríguez o Raúl Pérez, buscando pequeñas viñas o pagos únicos por toda España y también fuera, para estudiarlos y sacar todo lo bueno y exclusivo de la planta y transmitirlo a la copa. La intervención de Santi Jordi en la bodega sólo va encaminada a potenciar esa personalidad de la uva y su terroir de manera racional, incluso apartándose de directrices y reglas implantadas por las diferentes organizaciones de las zonas, siempre con la finalidad de emocionar al consumidor. Tal es así, que cada año, cada cosecha, determinará el producto final en cada botella, es decir, un mismo vino será diferente cada añada, pudiendo cambiar las variedades, porcentajes, técnicas en la elaboración, etc. con el fin de que su autor, Santi Jordi, consiga el resultado óptimo, su vino de autor.

Os paso a hablar sobre sus vinos presentados, aunque tiene muchos otros que pronto también saldrán al mercado. De momento estos, son personales y emocionantes:


MARGARITO Y AMAPOLO 2012


80% petit verdot y 20% graciano (¿tintilla de Rota?) de viñedos de entre 9 y 13 años de 
Jerez de la Frontera.
Vino de la Tierra de Cádiz.
Criado en barricas de roble francés (75%) y americano (25%) durante 6 meses.
Botella número 0525 de 1155 botellas.
14% alcohol.
19,50€ aprox.


Vino procedente de una parcela de la finca familiar de Santi Jordi, pegada al Monasterio de la Cartuja de Jerez y rodeada de muchas flores como las margaritas y amapolas, de ahí el nombre del vino. El autor apuesta por un coupage de dos de las variedades tintas con más auge en la provincia de Cádiz como son la petit verdot, uva francesa que da excelentes resultados en esta zona del sur, y la graciano riojana, que tiene muchas posibilidades de ser en realidad la autóctona tintilla de Rota, la cual está resurgiendo para convertirse en una variedad referente en tintos secos.
Tras la cata os puedo decir que es un vino que transmite la territorialidad de la zona, la mineralidad del suelo, y eso es una de las cualidades que más me gustan en un vino.
En copa nos lo encontramos un poco cerrado al principio (baja intensidad de aromas), incluso con algunos olores reductivos de su elaboración y estancia en botella, por lo que aconsejo una buena oxigenación, principalmente en una decantadora para disipar esos olores y despertar los matices y potencia que guarda el vino. Tengo que destacar que en este vino, Santi Jordi sólo aprovecha los rigores del invierno para estabilizarlo de forma natural, es decir, sin estabilización física ni química, sólo estacionaria. Debido a esto y a su naturalidad, pueden aparecer en la vida en botella precipitados dada su elaboración.
Un vino impresionante y de una calidad exquisita pero que pienso aún está muy joven y que con toda seguridad ofrecerá más matices en un par de años si se conserva adecuadamente en botella.

(Este vino pertenece a mi selección personal y lo podéis conseguir en www.defiguereovinos.com)


VISTA
De color rojo cereza intenso que irradia juventud, capa alta y ribete amoratado. Al mover la copa se muestra algo denso, tiñendo la copa y dejando gruesas lágrimas que bajan lentamente por el cristal.

OLFATO
Cerrado al inicio con tímidos olores reductivos que van desapareciendo con una buena aireación. Despierta y se muestra joven y potente con concentrados aromas de fruta negra (moras), cacao, tímidos tostados, hojas secas, mineralidad. Con el tiempo, esta nariz va progresando y desarrollando nuevos aromas, apareciendo recuerdos a regaliz negro y tartaletas de grosellas. Una nariz fresca, compleja y con pureza de matices.

GUSTO
Entra suave y fresco; prosigue ligero, ágil y sabroso; con unos taninos sedosos y una acidez de libro. Una boca con un extraordinario equilibrio y complejidad que perdura en el tiempo con mucha fruta negra y recuerdos minerales.


SER O NO SER 2011


100% Tinta de Toro de cuatro parcelas de un viñedo de entre 40 y 55 años en la provincia de Zamora.
D.O. Toro.
Criado en barricas de roble francés (75%) y americano (25%) durante 12 meses.
Botella número 0579 de 9146 botellas.
14,5% alcohol.
14,50€ aprox.


Éste puede ser el vino más comercial de Santi, pero no por ello, menos interesante. Pertenece a la D.O. Toro, pero se desmarca de los tradicionales vinos de esa zona, potentes y estructurados, procedente de varias parcelas seleccionadas por su interesante terroir y altitud (entre 690 y 750 metros). Es un “toro” de autor sedoso y fresco.
Un vino para tomar ya o para dejar un par de años, donde responderá con otros aromas sutiles de su estancia reductiva. Un “toro” diferente.

VISTA
Brillante color rojo cereza de media capa con ribetes morados y total limpidez. Buena lágrima.

OLFATO
Aromas medio intensos a fruta roja madura, lácticos (mantequilla), elegantes tostados, flores secas, balsámicos y fondo mineral (caliza). Femenino y seductor en nariz.

GUSTO
Boca suave y ligera, con acidez bien integrada y finos taninos marcados. Final persistente con recuerdos a fruta pasada y leves tostados. Equilibrio y frescura.


FLOR DE UN DIA 2009


100% Tempranillo de una parcela en ladera (870metros) con suelo muy poco fértil de un viñedo de entre 85 y 90 años en la provincia de Valladolid.
Vino de Mesa (Castilla y León).
Criado en barricas de roble francés de primer y segundo año durante 14 meses y afinamiento final en botas de palo cortado durante 8 semanas.
Botella número 0195 de 2286 botellas.
14,5% alcohol.
23,50€ aprox.


Este vino es una de las apuestas personales más fuertes de nuestro autor, que vuelve a sus orígenes, Jerez, para hacer realidad una idea que siempre ha estado rondando su cabeza… pasar un vino tinto por botas de vino de Jerez, esta concretamente de palo cortado. Tras varios intentos años atrás experimentando esta peculiar crianza en vinos tintos, es en esta añada donde ha conseguido lo que quería, transmitir en un vino tinto algunas de las peculiaridades que otorga una crianza oxidativa con tanta personalidad y autenticidad como es la del palo cortado en un equilibrio perfecto. Exactamente, la utilización de esta bota la realiza en el momento de la fermentación durante unos 9 días en botas abiertas y también al final, en el “afinamiento” de la crianza, justamente después de su crianza en barricas de roble francés y antes de su estabilización y filtrado ligero por placas antes de su embotellado. Su larga crianza en botella es la que le otorga definitivamente esos sutiles matices del bouquet terciario de los vinos de Jerez, integrándolos y consiguiendo una óptima conjunción organoléptica. Por esta causa, aconsejo una buena oxigenación para que este vino muestre sus “escondidas” bondades de vino generoso. Un verdadero Vino de Autor.

VISTA
Bonito y brillante color rojo cereza de media intensidad con ribetes morados y lágrima presente.

OLFATO
Nariz fragante, perfumada, femenina, intensa, con recuerdos de fruta roja pasada algo licorosa, balsámicos (romero), vainillas, pipas tostadas. Complejo.

GUSTO
Boca amable al entrar, fresca, ligera, fina, amplia, con acidez integrada y taninos presentes pero sedosos, y final muy suave, placentero. Un excelente vino fácil de beber que evoluciona en copa y en botella muy positivamente.





Tres vinos diferentes entre sí, con semblantes puros y auténticos. No soy brujo ni predigo el futuro pero estoy muy convencido de que este joven enólogo y apasionado de los buenos vinos está en el buen camino de todo lo que tienen que demostrar nuestros vinos, y mas concretamente de los vinos de la Tierra de Cádiz.


Desde aquí, quiero dar mi enhorabuena a Santi Jordi por darnos la oportunidad de poder probar sus vinos de autor, vinos con sentimiento, vinos que acarician.




jueves, 3 de octubre de 2013

PALOS CORTADOS entre algodones



Parece que me estoy volviendo asiduo a los eventos que se crean en La Sacristía del Marco de Jerez de Armando Guerra en Sanlúcar de Barrameda, pero la verdad es que sus catas tienen un nivel muy alto, difícil de igualar, y hablo a nivel nacional. En esta ocasión, vuelvo para participar en una privilegiada cata a ciegas de 10 palos cortados del marco jerezano, el vino que encierra más misterios y dudas para los aficionados. Se puede decir que es una segunda parte o continuación de una de mis últimas entradas en este blog, donde el protagonista fue el amontillado. Estas catas están bautizadas con el nombre de LA PRUEBA DEL ALGODÓN y están dirigidas por Armando Guerra y Antonio Barbadillo Mateos, dos figuras importantes hoy en día en la difusión de la cultura de los vinos del Marco de Jerez.


Entrando ya en materia, el pasado 29 de Septiembre se eligieron diez palos cortados para esta prueba, repartidos entre Jerez, El Puerto y Sanlúcar. Vinos excepcionales y soberbios, algunos de precios algo desorbitados, pero que hacen honra a su enorme complejidad y calidad, únicos en el mundo. Esta prueba me supuso una ocasión, podría decir casi irrepetible (espero que no), para poder probar de sólo una vez estos fabulosos vinos. Sobre el enigma que crean estos vinos en cuanto a su elaboración para llegar a ser lo que son, os puedo volver a poner un pequeño resumen que realicé en un pasado post para los que no lo hayáis leído, donde explico el camino que toma la uva para llegar a convertirse en un auténtico palo cortado:

“Se vendimia la variedad palomino fino (siempre esta variedad) y se lleva al lagar para su prensado sin ejercer demasiada presión, para que salga un zumo ligero y suave idóneo para la elaboración del fino. Se realiza la fermentación alcohólica y el añadido de levaduras, siempre autóctonas, para la fermentación y el desarrollo del velo flor, consiguiéndose el mosto base. Se le corrige en acidez y se clasifica por primera vez después del deslío (separación de las lías) para que el mosto más ligero y limpio se destine al camino de los finos (el mosto más “gordo” se dedica a los olorosos). Seguidamente, se encabeza con alcohol vínico hasta los 15 grados y se trasiega a botas en “sobretablas” (las más altas de las andanas destinadas a finos) para que, rellenando hasta las 5/6 partes, desarrolle el velo flor. Aproximadamente al año, el capataz hace la segunda clasificación, y es ahí cuando ocurre lo inesperado o misterioso… Este “fino” debido a diversas circunstancias (cambio de temperaturas, uvas de pagos diferenciados, personalidad de determinadas botas, etc.) aún tiene esa finura y limpieza en nariz típica de los finos, pero en boca se va haciendo más untuoso o “gordo”. El capataz toma la determinación de descartarlo de la andana de los finos y lo encabeza con alcohol vínico hasta los 17 o 18 grados. Estas botas se asignan a la andana de palo-cortado y son marcadas por el mismo capataz a tiza con una raya horizontal cortando a la anterior vertical (señal de fino), formando así la marca del palo-cortado. En sucesivos controles del capataz sobre estas botas de palo cortado, puede trazar hasta cuatro veces con una raya horizontal a la vertical, dependiendo de las correcciones y “gordura” del vino.”

Una cata difícil y complicada donde cada copa era diferente a la anterior. Matices muy complejos que marcaban la personalidad de cada uno y que me llevaban a un disfrute de sensaciones plenas. Los elegidos fueron:

·         - HARVEYS PALO CORTADO VORS.
·         - URIUM PALO CORTADO.
·         - VALDESPINO PALO CORTADO CARDENAL VORS.
·         - OSBORNE PALO CORTADO PP VORS RARE SHERRY.
·         - BARBADILLO PALO CORTADO VORS.
·         - DOMECQ PALO CORTADO CAPUCHINO VORS.
·         - LUSTAU PALO CORTADO VORS.
·         - DELGADO ZULETA PALO CORTADO MONTEAGUDO.
·         - HIDALGO-LA GITANA PALO CORTADO VIEJO VORS.
·         - EQUIPO NAVAZOS LA BOTA DE PALO CORTADO N41 BOTA NO.




Todos estaban soberbios, pero a la hora de la elección de mis favoritos previo al destape de las botellas para conocer sus marcas, me quedé con estos tres:


3er puesto= HIDALGO-LA GITANA PALO CORTADO VIEJO VORS: Un vino proveniente de viñedos de los pagos de Balbaina y Miraflores, considerados de los mejores del Marco de Jerez, y que estaba destinado al consumo privado de la familia de la bodega, es decir, de su Sacristía familiar. Entra con una sensación no muy seca, pero pronto aparece su alma de palo cortado… sedoso, opulento, redondo, elegante, complejo, cálido, de excelente acidez y amargor persistente. Sus aromas viajan alrededor de nuestro paladar… frutos secos (nueces), bollería fina, almendras garrapiñadas, recuerdos salinos, madera vieja. Un vino de ensueño, un vino para soñar.

2do puesto= BARBADILLO PALO CORTADO VORS: De las criaderas más viejas de una de las familias más antiguas del marco jerezano, la familia Barbadillo, sale este viejísimo palo cortado, uno de los de mejor r.c.p. del mercado según mi opinión. Elegante, seco, envolvente, potente, salino, con firme presencia alcohólica y de madera vieja sobre albero. Aromas intensos y complejos de frutos secos (almendras tostadas), cáscara de naranja, galletas María, etc. Su persistencia, excelente.


1er puesto= EQUIPO NAVAZOS LA BOTA DE PALO CORTADO N41: Este vino no es sólo equilibrio, concentración y finura. Es mucho más. Es historia de Sanlúcar, historia de una de las bodegas con más sentimiento, Gaspar Florido, ahora en manos de Bodegas Pedro Romero. Las escasas botas de las que sale esta reliquia se hallan ahora en la Sacristía de esta bodega. Tal es su aprecio que embotellan sólo en cantidades pequeñas de 375ml, lo dicho, como si fuese un tesoro. Fino, elegante, potente y salino. Sequedad que deja paso a intensas fantasías de piel de naranjas, finos barnices, caramelos tostados… aromas que perduran en el tiempo junto a una persistencia de libro, un libro interminable. De los mejores vinos que he probado. Impresionante.



Casualmente, en la selección de mis preferidos o de los que más me sorprendieron, como podéis comprobar, los tres fueron de Sanlúcar de Barrameda. No sé si fue por casualidad o por concordancia entre mis gustos, pero esta elección a ciegas me dio que pensar y me convenció definitivamente de mi pasión por los vinos de este rinconcito del planeta, un rincón que ocupa una gran parte en mi corazón.

Te lo dedico, mi Sanlúcar.


jueves, 29 de agosto de 2013

DEHESA DEL CARRIZAL SYRAH 2004, la espera mereció la pena.



El dicho que dice “el vino es mejor contra más viejo” no es del todo cierto. En este caso, juegan muchos factores que influyen en la correcta maduración del vino en botella, porque es eso lo que le ocurre al vino dentro del recipiente de cristal, madurar y evolucionar. No me quiero extender mucho en este tema, ya que podría resultar algo cansino, pero algunos de estos factores son más determinantes que otros. Eso sí, los vinos cuya materia prima son de primera calidad y se elaboran para que perduren, seguro que tendrán más vida por delante que otros de menos calidad destinados al “comercio rápido”. A parte, el encargado de bien guardar dicho vino, no sólo debe mantener las condiciones idóneas para su correcta evolución, sino que deberá tener los conocimientos necesarios sobre todo lo que rodea a ese vino para saber cuál es el mejor año para abrirlo y que ofrezca lo mejor de sí en su momento de más plenitud, tales como la filosofía de la bodega, calidad de la viña y su terreno, variedad/es empleadas, tipo de elaboración y características químicas del vino, entre otras cosas. Una cosa que es cierta y he podido comprobar a lo largo de todos los vinos que he ido probando, es que el vino con una buena estructura es apto para una buena guarda en botella, ya que ofrece potencia y equilibrio de todos sus componentes para afrontar años en botella.



Todo esto viene a cuento de que hace poco tuve la determinación de abrir una botella de vino sobre la que tenía esperanzas de que me regalara lo mejor de sí, es decir, que estuviera en ese momento de plenitud mágico y difícil a veces de acertar, y parece que acerté. Os hablo sobre un vino de los Montes de Toledo cuya bodega tiene una indicación de Denominación de Origen de Pago propia obtenida en el 2006, la máxima clasificación dentro de los vinos españoles. Es el tinto monovarietal DEHESA DEL CARRIZAL SYRAH 2004, un vino entonces de pago. Para que un vino se considere “de pago” tiene pertenecer a lo que se entiende por “pago”, es decir, “un paraje rural con características y microclima propios que lo diferencian de otros de su entorno, teniendo un nombre tradicional arraigado al cultivo de los viñedos de los que se obtienen vinos con rasgos y cualidades singulares”. También, toda la uva de ese vino de pago deberá de proceder de viñedos de dentro del pago, y deberá elaborarse, almacenarse y criarse de forma separada de otros vinos. Estos vinos de pago tienen entonces matices y características propias de ese pago, parecidos a los vinos llamados de terroir, que expresan la singularidad del terreno de donde nacen o personalidad del terruño.




En la D.O. Pago Dehesa del Carrizal las viñas, todas cultivadas en torno a la bodega como un château, están conducidas en espaldera y con riego por goteo a una altura considerable de entre 800 y 900 metros, tan beneficiosa para la correcta y lenta maduración fenólica de las uvas. Esta y otras características como la de que sus vinos son clarificados con albúmina de huevo y con mínima filtración, dan a estos vinos un plus de confianza a la hora de la compra, dando la tranquilidad de la gran calidad que se está adquiriendo. Además, el creador de estos vinos es el formidable enólogo Miguel Ángel Benito en compañía del incansable y excelente enólogo Ignacio de Miguel, de quien ya he escrito algo en este blog… un punto más para este vino de syrah!!

Ese momento de plenitud o magia que os comenté antes fue todo un gozo. Es ese intervalo en el tiempo en el que el vino está totalmente equilibrado en todos sus aspectos. Fruta y madera en armonía sobre un manto de sutiles y complejos perfumes que forman un fabuloso bouquet. No os entretengo más y paso a comentaros su análisis:


DEHESA DEL CARRIZAL SYRAH 2004

100% syrah de viñedos a 900 metros de altura.

Vino de Pago de la D.O.P. Dehesa del Carrizal, Retuerta de Bullaque (Ciudad Real).

Criado en barricas de roble francés durante 12 meses.

Botella número 001/07/DC de 22282 botellas.

14% alcohol.

10€ aprox.



VISTA

A la vista se muestra con un bonito color rojo cereza oscuro de capa media alta, cubierto, brillante y con ribetes pardos que indican su evolución en el tiempo. Limpio y ligero en su movimiento, dejándonos en copa unas bonitas y lentas lágrimas.



OLFATO

A copa parada ya muestra su intensidad y carácter. Finas notas de fruta negra algo pasada en compañía de sutiles aromas dulces de su estancia en barrica francesa. Movemos la copa y se nos muestra aún más intenso y complejo. Impresiona comprobar cómo a lo largo de estos años en botella, ha formado un abanico amplio de perfumes y matices muy conjuntado y en armonía. Fruta negra licorosa, mueble viejo de caoba de salón, especies (pimienta negra), tímida vainilla, aromas animales (caza), cuero marroquí, fondo mineral (piedra caliente)… magnífica nariz que me traslada a la afamada zona francesa de Côtes du Rhône, donde podemos encontrarnos con los mejores syrah del mundo.



GUSTO

En boca lo mismo de lo mismo, magnífica!!
Estoy ya seguro. He abierto este maravilloso vino en su momento top, en su mayor cúspide, emocionante!!
Un vino para deleitarlo muy lentamente, sin prisas ni planes por delante. De los que se beben sin acompañante de plato, sólo el vino en una copa bien grande y de boca estrecha como la de la foto. Una guarda que bien ha merecido la pena, el esperar tuvo su recompensa y seguro que su precio ahora estaría por las nubes, seguro. Os comento cómo lo encontré en boca: Aparece amable, intenso, sabroso, concentrado, amplio en su recorrido, aterciopelado, expresivo, complejo y largo en su final. Un vino fino y elegante, muy equilibrado en todas sus fases en boca. En retronasal sobresalen esos aromas de un bouquet de mucha calidad… caza, mineralidad y fruta muy madura.




Los vinos como las personas, maduran y envejecen, viven su historia y aprenden de ella. Unos salen airosos de su día a día y se hacen más interesantes y complejos, y otros sucumben ante las dificultades. Sólo la bondad y, a veces, el azar determinan el triunfo en la vida.




¡¡Larga vida al buen vino!!










martes, 18 de junio de 2013

Amontillados a ciegas en LA SACRISTÍA



El participar en una cata a ciegas pone a prueba todos tus conocimientos sobre el vino y en cada fase del análisis cualquier detalle puede ser determinante. Vista, olfato y gusto se ponen literalmente a trabajar al 100% con la particularidad de no saber prácticamente nada sobre el vino a analizar. Estas catas a ciegas suelen estar tematizadas en algún dato en concreto que engloba a todos los vinos, pero no mucho más. Cuanto menos sepamos sobre los vinos más interesante y divertido será el ejercicio, y tengo que deciros que es la mejor forma para aprender y valorar verdaderamente sus virtudes o defectos, ya que no estamos influenciados por su marca, nombre, etc. Os aseguro que si pudiera elegir siempre, cataría los vinos de esta manera, a ciegas. Es como aprender jugando y siempre hay sorpresas cuando se dan a conocer las botellas.


Aula de catas de LA SACRISTÍA
Esto es lo que ocurrió hace unos días en La Sacristía del Marco de Jerez de la Taberna der Guerrita en Sanlúcar de Barrameda, para mi uno de los principales focos de divulgación y culturización de los vinos del marco jerezano. Y Armando Guerra, su propietario, tiene gran culpa de ello. Enólogo y tabernero, lleva en la sangre su pasión por el vino y principalmente por los Vinos del Marco, y siempre le está dando vueltas a la cabeza para realizar catas y ejercicios relacionados con el vino. En esta ocasión fue una CATA A CIEGAS DE AMONTILLADOS del marco jerezano para unas 15 personas, no más, es el máximo aforo en este salón del vino. Aficionados, enólogos y profesionales dedicados al vino fuimos los elegidos para catar prácticamente sin ninguna referencia (sólo que eran amontillados) 11 vinos soberbios, cada uno con su personalidad acusada pero también muy difíciles para este ejercicio a ciegas. Estas catas ya han sido bautizadas por sus creadores, Armando Guerra y Antonio Barbadillo, como “la prueba del algodón” y constan de varias sesiones repartidas durante el año en las que se catarán las diferentes tipologías de vinos del Marco de Jerez. A la anterior cata de Manzanillas no asistí, pero seguro que asistiré, siempre que mi amada sufridora me lo permita jejeje, a las siguientes.


Once copas por catador que perfumaban intensamente el salón. Once copas ya servidas de antemano con un orden aleatorio. Once copas de amontillados de gran nivel y con diferentes personalidades. Once grandes copas. 

El ejercicio consistió en analizar los 11 vinos de una sola vez durante unos 20 minutos en una primera toma de contacto para sacar la máxima información y clasificarlos en un orden según su finura, intensidad, persistencia, etc. Seguidamente dábamos opiniones sobre los vinos que nos llamaron más la atención y los que más nos gustaron antes de dar a conocer sus nombres. Llega el momento del “destape” de las botellas y siempre hay sorpresas. Entonces, las convicciones sobre todos mis conocimientos de estos maravillosos vinos penden de un hilo, un duro ejercicio que te da una bofetada y te dice “¡hey!, ¿sabes las múltiples diferencias que pueden existir entre Amontillados?” Las catas a ciegas, a veces, son muy duras pero son la mejor manera para aprender y darnos una lección de humildad. Los once vinos fueron:




1- Amontillado Fossi de Primitivo Collantes.

2- Jalifa Amontillado VORS de Williams & Humbert.

3- Amontillado Contrabandista de Valdespino.

4- Amontillado Quo Vadis? de Delgado Zuleta.

5- Amontillado El Tresillo de Emilio Hidalgo.      

6- Amontillado muy viejo de Rafael de Terán.

7- Amontillado La Garrocha de Grant.

8- Amontillado de Yuste.

9- Amontillado Viejo der Guerrita.

10- Amontillado Príncipe de Barbadillo.

11- Carta Blanca Blázquez Jerez Fino.


 Tengo que destacar la gran gama y calidad de los amontillados que se pudieron probar, desde finos y “jóvenes” hasta los viejísimos “de meditación”, pasando por los “artesanos” de escasísima producción y difíciles de conseguir, o también un amontillado abocado que saca un poco los pies del tiesto. Saqué la conclusión, con el amplio abanico de vinos catados, de que existe un amontillado para cada ocasión, desde los que acompañan a comidas intensas y con personalidad a los que se deben disfrutar con calma, sentado en un sillón frente a la chimenea y escuchando cómo las gotas de lluvia se funden con una buena partitura clásica, es decir, vinos de meditación que te transmiten los muchos años de solera, verticales, complejos en aromas y sabores, finos en el paladar pero que se aprecian “como cuchillos” por su verticalidad y salinidad, y un final con una persistencia casi eterna, espiritual.


Para terminar os dejo la tabla de las catas para este verano 2013 de La Sacristía, por si alguno se anima y quiere experimentar buenas sensaciones en torno al vino de la mano de Armando. No tardéis mucho en reservar, que las plazas vuelan!!





Gracias Antonio y Armando por darme la posibilidad de sentir estos magníficos vinos, vinos únicos.



martes, 28 de mayo de 2013

Disfrutando del WORLD SHERRY DAY en The Wine Room



Supongo que ni los propios creadores de esta fascinante idea podrían imaginarse hasta que punto llegaría el éxito de tal evento. La repercusión que ha tomado en nuestro país ha sido sobresaliente, y si ya miramos fuera de nuestras fronteras se nos pone los pelos de punta. El WORLD SHERRY DAY (WSD) ha servido para reencontrarnos con nuestros maravillosos vinos, los vinos de Jerez o Sherry, únicos en el mundo, para hablar sobre ellos, para saborearlos y principalmente para darnos cuenta del cariño y la pasión de los muchos que apostamos por ellos, porque ellos lo valen. La celebración de un día para este evento se quedaba muy corta para tanta complejidad, claro. Así que Chelsea Anthon y Wolfgang Hess, los culpables de esta originalidad, deciden ampliar la longevidad de este acontecimiento a una semana. Impresiona ver la lista de países participantes ofrecida por su página web creada para la ocasión. España, como anfitrión, se lleva la palma en números de eventos, seguido del Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y sorprendentemente por Japón, seguramente el país que más valora espiritualmente nuestros vinos. Un total de 301 eventos repartidos entre 28 países, algo increíble. No hacía falta ningún aporte económico para participar en ese día, sólo registrarse como organizador de un evento en su web. Eventos en bodegas, restaurantes, bares, hoteles, tabancos, privados… Desde catas a menús degustación, maridajes con jerez, etc.

Pasada Pastrana, Sacristía AB Segunda Saca 2012, Gabriela Oro, Sacristía AB Primera Saca 2013, Pasada Barón, Viruta, Manzanilla de La Casa de E. González R.F, Manzanilla Barón, Micaela, Manzanilla B. Rodríguez La-Cave, y Solear En Rama Saca Verano 2011 que no sale en la foto.

Yo, como amante de estos maravillosos vinos no podía quedarme de brazos cruzados, y mi pasión me empuja a organizar algo. Mi idea fue centrar la atención en las femeninas Manzanillas, seleccionando botellas de distintas tipologías y bodegas para que, entre unos cuantos enamorados de las mismas, pudiéramos disfrutar de ellas en este día tan especial. El sitio elegido para tal evento es mi rincón enológico, mi “espacio para disfrutar del vino” y no quiero ser atrevido o arrogante pero alguno que otro que ya ha estado allí dice que esa frase le viene como anillo al dedo. 


Juan Antonio Núñez, Miguel Asencio, Antonio Barbadillo, Laura Macías, Juan Manuel Figuereo, Alejandro Narvaez y Antonio Narváez que estaba echando la foto.

En The Wine Room pasamos una inolvidable mañana en la que hubiéramos querido que se parara el tiempo. Una selección de extraordinarias Manzanillas iban pasando una detrás de otra, desde las Finas más jóvenes a las Pasadas o a las que ya tenían bastante tiempo en botella y habían experimentado esa mágica “crianza reductiva” (en ausencia de oxígeno). Apreciábamos una a una, comentando sus peculiaridades a la vez que disfrutábamos de todas sus cualidades organolépticas de uno de los vinos más singulares de nuestro planeta. Tener la suerte de contar ese día entre nosotros con Antonio Barbadillo Mateos, doctorado en la “señorita de los vinos” como él llama a “su Manzanilla”, es un privilegio como pocos han podido tener en este WSD. Escuchábamos como niños sus lecciones y sabiduría, y así disfrutábamos aún más si podía ser, de un día mágico para todos los presentes que amamos el vino, amamos el Sherry. Sé que más de uno salió ese día de allí con sensaciones de haber pasado una mañana inolvidable, como la persistencia de las Manzanillas que se abrieron. Gracias a todos por vuestra asistencia y en especial a Antonio Barbadillo por su esfuerzo para poder acompañarnos en días tan difíciles por los compromisos. Espero que esto sea sólo el principio de muchas reuniones en torno a buenos vinos.


Desde este humilde blog quiero dar también las gracias a los organizadores de esta maravillosa idea, Chelsea y Wolfgang, y animarles, aunque sé que no les hará falta, para que este sólo sea el comienzo de muchas iniciativas por y para los vinos más extraordinarios del planeta… el SHERRY.

martes, 23 de abril de 2013

VIÑEDOS TRASMUNDE, vinos gallegos en Cádiz.



En esta ocasión, la pasión por el vino me lleva a asistir a una cata en la vinoteca Baco Vinos en el centro de Cádiz, en su bello centro histórico. Como casi siempre, salgo corriendo para poder llegar a tiempo y no perderme ni un detalle de la misma. Y es que tengo curiosidad por los vinos de la bodega en los que se va a centrar la tarde, vinos de la bodega Viñedos Trasmunde, pertenecientes a la D.O. Valdeorras, una de las zonas con mayor proyección de calidad en el panorama vinícola español, según los expertos y críticos vinícolas. Valdeorras es una de las cinco D.O. que existen en Galicia, situada en la parte más oriental de la provincia de Ourense y bañada por el río Sil, formando preciosos valles con algunos viñedos en laderas con mucha pendiente que hacen muy difícil las labores de la vid, pero muy positivas para los vinos que saldrán de allí, ya que a causa de la permeabilidad y del buen drenaje de su suelo, formado por caliza principalmente, y de su poca fertilidad, la raíz busca desesperadamente los minerales necesarios para alimentarse, esforzándose en profundizar lo más hondo posible. De ahí la gran complejidad que nos podemos encontrar en muchos de estos vinos, principalmente en los blancos de godello, variedad lugareña con la que se están consiguiendo vinos estupendos y de la que soy simpatizante.



Al frente de la presentación, Laura Macías, enóloga formadora que ha trabajado en alguna bodega como Páramo de Guzmán (Ribera del Duero) o Pío del Ramo (Jumilla). Personas como esta son las que hacen falta en este mundo del vino, dispuestas a educar e inculcar a los neófitos los valores y conceptos básicos para que tengan una buena base y conozcan correctamente todo lo relacionado. Empieza con una introducción a la cata, presentando previamente la bodega y los vinos que se van a “poner a prueba”. Se procede poco a poco, explicando todas las preguntas formuladas por los asistentes que se van haciendo a lo largo de la cata, pero siempre en un ambiente muy ameno y divertido. Cómo sacar el corcho, cómo se debe presentar el vino ante el comensal, explicación de las distintas fases de la cata, sabores que se pueden detectar en la lengua, diferencias entre vino joven y vino con crianza, etc.



Bodegas Trasmunde se fundó hace poco más de dos años, en el 2012, y aunque sea una bodega muy joven, trabaja con propietarios de pequeñas viñas, algunas muy viejas que dan vinos expresivos y de calidad. Es decir, estamos ante una de las numerosas bodegas con ambición y proyección de futuro que busca siempre la máxima calidad antes que la producción excesiva, el camino correcto para poder triunfar. Y prueba de ello es la confianza que esta bodega deposita en distribuidores con talento para comercializar sus vinos como es la empresa Vinum Populus de la mano de Juan Rodríguez Ortiz de Galisteo, una de las personas que tuve ocasión de conocer en la cata de ese día y de la que me llevé una inmejorable impresión. Ambicioso y enamorado de los buenos vinos, que quiere hacerse un hueco en esto de vender vinos, pero siendo muy selectivo, hurgando principalmente en los vinos de pequeñas bodegas como la que nos ocupa hoy, cuya principal filosofía es la calidad por encima de todo. Seguro que sonará mucho de aquí en adelante.

Como os comenté anteriormente, tengo curiosidad por saber de estos vinos, y principalmente sobre sus tintos, tintos gallegos que cargan todavía con el letrero de vinos extremadamente ácidos y ligeros, casi imposibles de saborear, tradicionales y ancestros, muchos equívocos en su elaboración hereditaria. Pues bien, esta bodega cuenta por ahora con tres vinos, de los cuales dos son tintos y uno es blanco. Os comento lo que me mostraron cada uno de ellos:

TRASMUNDE GODELLO 2011


100% godello de viñedos en ladera.
D.O. Valdeorras, A Rúa, Ourense (Galicia).
15.500 botellas.
13,5% alcohol.


VISTA
Amarillo pajizo con reflejos a oro joven, cristalino, brillante y totalmente límpido. Medio ligero en su movimiento.

OLFATO
Nariz de media intensidad, fresca y con apuntes balsámicos. Aparecen recuerdos a cítricos (jugo de limón), manzanas verdes, flores blancas, finas especies (pimienta blanca) y un sugestivo fondo mineral que nos evoca a la piedra mojada de río.

GUSTO
Entrada noble, prosigue amplio y expresivo. Cierta sequedad. Frescura y acidez muy correctas y final de boca muy persistente de la mano de un alcohol que da calidez a ese final, exaltando los aromas que nos encontrábamos en la fase olfativa (cítricos y mineral, principalmente).

TRASMUNDE MENCÍA 2011


100% mencía de viñedos en ladera.
D.O. Valdeorras, A Rúa, Ourense (Galicia).
18.000 botellas.
14% alcohol.


VISTA
Bonito color de este tinto que expresa juventud y carácter. Rojo cereza muy intenso de media capa con ribetes violáceos y lágrima abundante. Su movimiento cuando hacemos girar la copa es algo denso.

OLFATO
Nariz muy frutal y concentrada. Cuesta un poco separar los aromas. Intensa y con marcado carácter terroso. En primer plano recuerda a un cajillo de fresones muy maduros y a otro de ciruelas. Regaliz y final a piedra caliente de montaña. Calidez.

GUSTO
Pura potencia en boca. Concentración y frescura se conjugan en este vino para llenarnos la boca con opulencia, ayudada por una acidez en su justa medida y unos taninos que no sobresalen, es decir, es un vino joven pero es muy equilibrado, expresando lo que debe transmitir un buen vino, su tierra.

TRASMUNDE GARNACHA 2009


100% garnacha de viñedos de cepas viejas de más de 80 años.
6-8 meses madurado en barricas de roble francés.
D.O. Valdeorras, A Rúa, Ourense (Galicia).
1.600 botellas.
14,5% alcohol.


VISTA
Rojo cereza muy oscuro con ribete granate. Capa alta y abundante lágrima.

OLFATO
Aromas concentrados y frutales (moras y grosellas negras) sobre un tímido fondo tostado de crianza que nos recuerda al café molido. Pierde algo de frescura en nariz debido a sus 14,5 grados de alcohol, elevando con intensidad unos aromas bien ensamblados. Vino cuya nariz sea, posiblemente, más interesante en un par de años cuando desarrolle con más claridad toda su diversidad.

GUSTO
Potente, vigoroso y carnoso. Bien estructurado y de sensación aterciopelada donde los taninos están presentes pero no despuntan. Acidez armónica con el conjunto. Final cálido y persistente donde reaparecen con intensidad los aromas a fruta negra y a tostados de la madera.


Estos vinos me demuestran que se pueden hacer muy bien las cosas por Galicia. No sólo sus deslumbrantes blancos de albariño o godello, por nombrar algunos, pueden dar lo mejor de una tierra con una dilatada tradición vinícola, sino que sus tintos lejos de ser vinos fáciles de beber, de capa ligera y fruta poco expresiva, te transmiten el carácter de esa tierra, su alma.


A partir de ahora seguiré buscando con más intención estos sabrosos y complejos vinos, vinos de otro mundo, del mundo del más allá, como el de esta joven bodega… Trasmunde.