jueves, 3 de octubre de 2013

PALOS CORTADOS entre algodones



Parece que me estoy volviendo asiduo a los eventos que se crean en La Sacristía del Marco de Jerez de Armando Guerra en Sanlúcar de Barrameda, pero la verdad es que sus catas tienen un nivel muy alto, difícil de igualar, y hablo a nivel nacional. En esta ocasión, vuelvo para participar en una privilegiada cata a ciegas de 10 palos cortados del marco jerezano, el vino que encierra más misterios y dudas para los aficionados. Se puede decir que es una segunda parte o continuación de una de mis últimas entradas en este blog, donde el protagonista fue el amontillado. Estas catas están bautizadas con el nombre de LA PRUEBA DEL ALGODÓN y están dirigidas por Armando Guerra y Antonio Barbadillo Mateos, dos figuras importantes hoy en día en la difusión de la cultura de los vinos del Marco de Jerez.


Entrando ya en materia, el pasado 29 de Septiembre se eligieron diez palos cortados para esta prueba, repartidos entre Jerez, El Puerto y Sanlúcar. Vinos excepcionales y soberbios, algunos de precios algo desorbitados, pero que hacen honra a su enorme complejidad y calidad, únicos en el mundo. Esta prueba me supuso una ocasión, podría decir casi irrepetible (espero que no), para poder probar de sólo una vez estos fabulosos vinos. Sobre el enigma que crean estos vinos en cuanto a su elaboración para llegar a ser lo que son, os puedo volver a poner un pequeño resumen que realicé en un pasado post para los que no lo hayáis leído, donde explico el camino que toma la uva para llegar a convertirse en un auténtico palo cortado:

“Se vendimia la variedad palomino fino (siempre esta variedad) y se lleva al lagar para su prensado sin ejercer demasiada presión, para que salga un zumo ligero y suave idóneo para la elaboración del fino. Se realiza la fermentación alcohólica y el añadido de levaduras, siempre autóctonas, para la fermentación y el desarrollo del velo flor, consiguiéndose el mosto base. Se le corrige en acidez y se clasifica por primera vez después del deslío (separación de las lías) para que el mosto más ligero y limpio se destine al camino de los finos (el mosto más “gordo” se dedica a los olorosos). Seguidamente, se encabeza con alcohol vínico hasta los 15 grados y se trasiega a botas en “sobretablas” (las más altas de las andanas destinadas a finos) para que, rellenando hasta las 5/6 partes, desarrolle el velo flor. Aproximadamente al año, el capataz hace la segunda clasificación, y es ahí cuando ocurre lo inesperado o misterioso… Este “fino” debido a diversas circunstancias (cambio de temperaturas, uvas de pagos diferenciados, personalidad de determinadas botas, etc.) aún tiene esa finura y limpieza en nariz típica de los finos, pero en boca se va haciendo más untuoso o “gordo”. El capataz toma la determinación de descartarlo de la andana de los finos y lo encabeza con alcohol vínico hasta los 17 o 18 grados. Estas botas se asignan a la andana de palo-cortado y son marcadas por el mismo capataz a tiza con una raya horizontal cortando a la anterior vertical (señal de fino), formando así la marca del palo-cortado. En sucesivos controles del capataz sobre estas botas de palo cortado, puede trazar hasta cuatro veces con una raya horizontal a la vertical, dependiendo de las correcciones y “gordura” del vino.”

Una cata difícil y complicada donde cada copa era diferente a la anterior. Matices muy complejos que marcaban la personalidad de cada uno y que me llevaban a un disfrute de sensaciones plenas. Los elegidos fueron:

·         - HARVEYS PALO CORTADO VORS.
·         - URIUM PALO CORTADO.
·         - VALDESPINO PALO CORTADO CARDENAL VORS.
·         - OSBORNE PALO CORTADO PP VORS RARE SHERRY.
·         - BARBADILLO PALO CORTADO VORS.
·         - DOMECQ PALO CORTADO CAPUCHINO VORS.
·         - LUSTAU PALO CORTADO VORS.
·         - DELGADO ZULETA PALO CORTADO MONTEAGUDO.
·         - HIDALGO-LA GITANA PALO CORTADO VIEJO VORS.
·         - EQUIPO NAVAZOS LA BOTA DE PALO CORTADO N41 BOTA NO.




Todos estaban soberbios, pero a la hora de la elección de mis favoritos previo al destape de las botellas para conocer sus marcas, me quedé con estos tres:


3er puesto= HIDALGO-LA GITANA PALO CORTADO VIEJO VORS: Un vino proveniente de viñedos de los pagos de Balbaina y Miraflores, considerados de los mejores del Marco de Jerez, y que estaba destinado al consumo privado de la familia de la bodega, es decir, de su Sacristía familiar. Entra con una sensación no muy seca, pero pronto aparece su alma de palo cortado… sedoso, opulento, redondo, elegante, complejo, cálido, de excelente acidez y amargor persistente. Sus aromas viajan alrededor de nuestro paladar… frutos secos (nueces), bollería fina, almendras garrapiñadas, recuerdos salinos, madera vieja. Un vino de ensueño, un vino para soñar.

2do puesto= BARBADILLO PALO CORTADO VORS: De las criaderas más viejas de una de las familias más antiguas del marco jerezano, la familia Barbadillo, sale este viejísimo palo cortado, uno de los de mejor r.c.p. del mercado según mi opinión. Elegante, seco, envolvente, potente, salino, con firme presencia alcohólica y de madera vieja sobre albero. Aromas intensos y complejos de frutos secos (almendras tostadas), cáscara de naranja, galletas María, etc. Su persistencia, excelente.


1er puesto= EQUIPO NAVAZOS LA BOTA DE PALO CORTADO N41: Este vino no es sólo equilibrio, concentración y finura. Es mucho más. Es historia de Sanlúcar, historia de una de las bodegas con más sentimiento, Gaspar Florido, ahora en manos de Bodegas Pedro Romero. Las escasas botas de las que sale esta reliquia se hallan ahora en la Sacristía de esta bodega. Tal es su aprecio que embotellan sólo en cantidades pequeñas de 375ml, lo dicho, como si fuese un tesoro. Fino, elegante, potente y salino. Sequedad que deja paso a intensas fantasías de piel de naranjas, finos barnices, caramelos tostados… aromas que perduran en el tiempo junto a una persistencia de libro, un libro interminable. De los mejores vinos que he probado. Impresionante.



Casualmente, en la selección de mis preferidos o de los que más me sorprendieron, como podéis comprobar, los tres fueron de Sanlúcar de Barrameda. No sé si fue por casualidad o por concordancia entre mis gustos, pero esta elección a ciegas me dio que pensar y me convenció definitivamente de mi pasión por los vinos de este rinconcito del planeta, un rincón que ocupa una gran parte en mi corazón.

Te lo dedico, mi Sanlúcar.