sábado, 15 de octubre de 2011

Visita a las BODEGAS LUIS PÉREZ, pura pasión.



De mí visita a las Bodegas Luis Pérez en Jerez de la Frontera, tres fueron los conceptos que me transmitió Willy Pérez durante su exposición: ilusión, calidad y amor por el viñedo.
Bodegas Luis Pérez es el proyecto y sueño de Luis Pérez Rodríguez, enólogo y profesor de la Licenciatura de Enología y natural de Sanlúcar de Barrameda, es figura importante en la historia del vino de Jerez con una dilatada biografía al que hace poco, en el 2008, se le concedió la Medalla de


 Oro al Mérito en la Investigación Enológica por la Federación Española de Asociaciones de Enólogos. Adquiere la finca “Hacienda Vistahermosa” situada en el cerro Pago del Corchuelo, el segundo más alto de la campiña jerezana, y se atreve a plantar las variedades tintas merlot, syrah, tempranillo, petit-verdot y cabernet sauvignon. Según nos cuenta Willy Pérez, hijo de Luis Pérez, estamos obligados a recuperar nuestra historia, íntimamente ligada a la elaboración de vinos tintos, al contrario de lo que mucha gente piensa relacionando a Jerez con los generosos. Los fenicios introdujeron, hace más de 3000 años, el vino en España por nuestras tierras, creándose los primeros tintos, así que, tenemos una de las culturas vitivinícolas y enológicas más antiguas de toda Europa Occidental.
Ahí queda eso para los franceses, que engordan presumiendo de su gran cultura vinícola.
Entre las viñas, nos muestra el sistema de conducción de doble cordón, el más indicado para este clima; nos cuenta la importancia del suelo, de la materia viva, del equilibrio entre suelo rico y suelo pobre; y del estrés hídrico para que la planta, a través de sus raíces, busque los nutrientes necesarios entremetiéndose entre las arcillas calcáreas con margas yesíferas del suelo.

Porque según Willy, “El vino se hace en el viñedo. Hoy en día, casi todos los vinos se parecen unos a otros, se acomodan al gusto del consumidor. Hay que buscar la diferenciación, sacando lo máximo y mejor de nuestro terroir, posiblemente única diferencia con la que podemos competir en la primera división de los grandes tintos”.



  Nos conduce hasta uno de sus orgullos, la “viña experimental”, dónde tienen plantadas 19 variedades de vides entre blancas y tintas, de las más conocidas, para analizar su comportamiento en estas tierras y clima, y para que los turistas visitantes puedan incluso probar o catar las uvas de las diferentes variedades. Quién sabe, en un futuro podríamos ver un vino monovarietal de monastrell o de albariño con la indicación de ¿D.O. Vinos de Cádiz?, con esta familia todo es posible…


Uno de los proyectos en los que tienen puesto más ilusión es la elaboración de un tinto seco de la variedad 100% tintilla de Rota, hoy casi en el olvido. Es una uva de grano pequeño que da vinos con un color muy oscuro y reflejos violáceos, con mucho cuerpo y sabor dulce y amargo a la vez. Según los estudios realizados, esta variedad es la misma que la graciano riojana y la parraleta aragonesa. De momento están haciendo una microvinificación en una barrica de roble francés de primer año, donde lleva tres semanas haciendo la maloláctica. Seguro que Willy demuestra que es un acierto el trabajo con esta estupenda variedad.

También tienen proyectos paralelos al vino en la finca. Uno hecho ya realidad. Es un salón de celebraciones para más de 400 personas donde existe una especie de balcón acristalado en el centro con vistas a la sala de barricas donde están madurando los vinos de la bodega. Otro es un recinto al aire libre para exhibiciones ecuestres ante unas vistas preciosas, o la plantación de una vid gigante que dé sombra a un patio pegado al recinto ecuestre para dar clases o explicaciones relacionadas con el mundo del vino. Es una bodega familiar con proyectos importantes donde todo se hace con la mayor ilusión, tan importante para triunfar en este difícil mercado.
En cuanto a sus vinos, destaca uno elaborado 100% con la variedad petit-verdot. Es el Luis Pérez Petit Verdot. Se puede decir que es un vino de autor, y junto con el tinto Taberner N1 de la bodega arqueña Huerta de Albalá, lidera la lista de los tintos de calidad de la provincia gaditana. ¡¡Qué bonito, el perrito y el caballito en primera línea!! Está madurado en barricas nuevas de roble francés de los bosques de Allier durante 12 meses, consiguiendo una petit-verdot con mucha estructura y cuerpo, aunque también es golosa, sedosa y compleja en sus aromas (toques minerales, tinta china, mina de lápiz, trufa, virutas de lápiz) donde la futa negra (moras) acompaña en todo momento, y al final, nos deja una sensación de grandeza en boca, como los buenos tintos burdeos. Un vino que, añada tras añada, va adquiriendo más calidad y más prestigio en la zona.



Sus otros dos vinos, Garum y Samaruco, son también excepcionales:
Samaruco, elaborado mayoritariamente con una syrah aromática y con personalidad, acompañada por la petit-verdot, merlot, tempranillo y cabernet sauvignon, y madurado durante 12 meses en barricas nuevas de roble francés. Nos regala aromas a frutos rojos acompañados con toques minerales, café, chocolate y unos taninos de calidad de la madera. Un vino con una r.c.p. excelente.
Garum, recientemente premiado con la medalla de plata en el concurso “Arribe de Salamanca”, compitiendo con más de 400 vinos de España y Portugal. Es la primera vez que esta bodega expone uno de sus vinos en un concurso, y parece que lo ha pasado con un sobresaliente. Este vino está madurado durante 12 meses en barricas de roble francés y americano, y para ser el tercero de la bodega, tiene una calidad excepcional (aromas florales, frutos rojos, balsámicos y de madera) con una boca sedosa y amable, más del gusto de todo el mundo.
A la hora de las degustaciones de los tres vinos, Willy buscando un poco de ingenio en la cata, nos puso a prueba con un ejercicio de coupage. Teníamos que adivinar, mediante la cata de vinos monovarietales, un coupage (mezcla) que él ya había preparado, aproximándonos, lo más posible, al tipo de variedades y a su proporción. A continuación, un enlace al vídeo demostrativo que grabó el propio Willy: 
http://www.facebook.com/video/video.php?v=287225497972231



Creo que esta bodega es un modelo a seguir por muchos profesionales jóvenes con ganas de hacer algo diferente en la provincia, crear una verdadera revolución en la producción vinícola gaditana, poniendo todos sus intereses, principalmente, en la elaboración de tintos de calidad para los gaditanos y para toda España.

4 comentarios:

  1. Como te lo pasas...jejeje
    Enhorabuena por tu labor.
    Adan

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  2. Genial Juan,
    ya he escuchado hablar antes de estos vinos de Luis Pérez y ahora si que tengo que probarlos, después de tu artículo, especialmente porque soy un enamorado de la Petit Verdot.
    Un Saludo Juan Manuel desde VinoAroma.

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  3. Muy buen post Juan. Muy completo.
    Yo estuve el año pasado y me encantó.
    Me recomiendas alguna otra bodega que visitar?
    Un abrazo.

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  4. Hola Mónica,
    Imagino que Juan sabrá más que yo, pero el mes pasado estuve de visita en las bodegas Torres y me encantó.
    Tienen un espacio que se ve que es la cosecha privada del dueño en donde hay una cepa de cada tipo de vino que hay en el mundo. Si te animas puedes ver fotos aquí: http://www.clubtorres.com/
    Un abrazo.

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