miércoles, 4 de mayo de 2011

CORRAL DE CAMPANAS 2008, un "toro bravo"

Hablamos del vino elaborado con las  cepas más jóvenes de la finca de la bodega Quinta de la Quietud. Esta añada, la del 2008, es la sexta que sale al mercado con esta marca, ya que la del 2003 fue la primera en salir a partir de viñedos jóvenes pero de excelente calidad de la variedad reina en Toro: la tinta de Toro.



Variedad tinta de Toro.
  La vid de esta variedad es vigorosa y sensible a la sequía y a las enfermedades. Su maduración es temprana y es vigorosa ante las heladas del invierno. Con racimos compactos y medianos, sus bayas son redondas, medianas y de color negro-azulado. Los vinos con esta variedad tienen colores intensos y oscuros; equilibrados, estructurados  y alcohólicos con aromas profundos a frutas rojas y silvestres. Es una de las mejores variedades con afán de guarda. No olvidemos que es una de las zonas de España que se libró de la temida filoxera en 1.870, con lo que nos podemos encontrar con majuelos con incontable edad de pie franco. ¡Se pude decir que esta variedad es una joya enológica!

Son tres los propietarios, y
de Valladolid.
 La  bodega fue fundada en 1999 por el matrimonio Belondrade-Lurton. En el 2001 fue adquirida por los actuales propietarios españoles y ampliaron las hectáreas de viñedo de 16 a 22. Desde el 2002 los viñedos son de cultivo ecológico  y certificado por el CAECYL (CL9027P). Se abona con estiércol de oveja o mezcla de oveja, vaca y caballo según las necesidades; muy baja dosis de sulfuroso; levaduras autóctonas de la uva; remontados semimanual, bazuqueos y delestage; etc.
Los terrenos sobre los que están plantadas las vides son de alta calidad y muy profundos, compuestos por guijarros en la superficie y suelos franco-arcillo-arenoso hasta arenoso-franco, con contrastes de colores entre el teja y el gris rojizo.
Los vinos que comercializa esta bodega, aparte del que nos toca hoy, son tres:
Botella de Quinta Quietud
2003 reposando en los
botelleros del club. 
-         Quinta Quietud, vino para guardar.
-         La Dulce Quietud, dulce blanco cuyas uvas se han deshidratado sobre esteras de paja.
-         La Mula de la Quietud, procedente de una parcela centenaria.
El vino en cuestión que toca analizar procede, como hemos dicho anteriormente, de viñas jóvenes con rendimientos bajos. Se deja macerar menos días que en añadas anteriores (de 15 a 10/12 días) y se lleva a cabo una crianza especial: El 50% se queda en depósitos con micro-oxigenación, y el otro 50% pasa 6 meses en barricas nuevas y semi-nuevas de roble francés y americano.
Se espera mucho de esta añada (2008), calificada como EXCELENTE, y que es muy comparable a la del 2004.
Se recomienda el servicio de este vino a 15 grados, importante para que no resalten las notas alcohólicas de este gran “toro”, aunque no es el tradicional vino supermaduro, sino que tiene el punto justo de frescura y acidez para que no resulte pesado.
La añada 2006 de este vino fue calificada por el prestigioso gurú del vino con 91 puntos:

Robert Parker, The Wine Advocate
Corral de Campanas 2006, 91 points (june 2009)“The purple-colored 2006 Corral de Campanas is 100% Tinta de Toro, 50% aged in tank with batonnage and 50% in French and American oak, half new. It gives up a fragrant perfume of cedar, scorched earth, espresso, cherry, and cassis. Forward, smooth-textured, and sweetly-fruited, this easy-going, pleasure-bent wine will drink well for another six years.”


CORRAL DE CAMPANAS 2008
·       Bodega: Bodega Quinta de la Quietud.
·       Zona: D.O. Toro (Zamora).
·       Tipo de vino: Tinto con madera (semicrianza).
·       Meses en barrica: 6 meses en barricas nuevas y seminuevas de roble francés y americano.
·       Variedades: Tinta de Toro.
·       % alcohol: 14,5%.
·       Precio aprox.: 6€.
·       Punt. Personal (0-100): 75 ptos.

Este vino fue adquirido en la tienda de vinos Magerit Vinos y Cavas como elección del vino del mes de abril.
Vino tinto de espectacular color rojo picota intenso con ribete violáceo. Capa muy alta propia de estos vinos de Toro elaborados con la tinta de Toro. Limpidez absoluta con una densidad en copa medio-alta y lágrimas tintadas y gruesas que caen lentamente por el cristal debido a los 14,5 grados de alcohol y a la maduración correcta de la uva.
Nariz potente y vigorosa, con una intensidad olfativa de aromas primarios en primer plano de hollejos tostados a causa de las muchas horas de sol de esta región; mermeladas de fresones y ciruelas en licor; y un punto de caramelización de fondo. La madera no se nota en ningún momento, dándole protagonismo a la fruta que nos llena, aún sin haberle dado el primer sorbo a la copa. 
Entrada en boca potente y golosa con una acidez nerviosa pero que no molesta. Gran cuerpo en boca con un recorrido lento y cálido por la evidencia del alcohol y baja acidez. Los taninos, aún sin pulir, dejan una sensación astringente y seca. En la boca, apreciamos aromas por la vía retronasal de frutos negros (moras) y un ápice de regaliz rojo. El grado de post-gusto es impresionante, aunque es un vino no apto para todos los públicos debido a su potencia y sequedad en boca.

Contraetiqueta.
 Yo recomendaría decantar o mejor dicho “trasvasar” este vino para mitigar la astringencia de los taninos a una decantadora, dejando que el flujo del vino sea rápido en su paso al recipiente. Este vino puede aguantar en botella de 5 a 7 años fácilmente, encontrándonos entonces con un vino más domado.
Según mi opinión, este vino lo podríamos tomar también como acompañamiento a un queso viejo curado en un postre, ya que los aromas lácteos, la personalidad y las notas especiadas del queso se ensamblan con la golosidad, carnosidad y las notas frutosas del vino. Ya lo dijo un escritor: “Con queso y vino se hace el camino”.


Tapón de corcho que no hace honor al vino.

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