En esta ocasión, la pasión por el vino me lleva a asistir a una cata en la vinoteca Baco Vinos en el centro de Cádiz, en su bello centro histórico. Como casi siempre, salgo corriendo para poder llegar a tiempo y no perderme ni un detalle de la misma. Y es que tengo curiosidad por los vinos de la bodega en los que se va a centrar la tarde, vinos de la bodega Viñedos Trasmunde, pertenecientes a la D.O. Valdeorras, una de las zonas con mayor proyección de calidad en el panorama vinícola español, según los expertos y críticos vinícolas. Valdeorras es una de las cinco D.O. que existen en Galicia, situada en la parte más oriental de la provincia de Ourense y bañada por el río Sil, formando preciosos valles con algunos viñedos en laderas con mucha pendiente que hacen muy difícil las labores de la vid, pero muy positivas para los vinos que saldrán de allí, ya que a causa de la permeabilidad y del buen drenaje de su suelo, formado por caliza principalmente, y de su poca fertilidad, la raíz busca desesperadamente los minerales necesarios para alimentarse, esforzándose en profundizar lo más hondo posible. De ahí la gran complejidad que nos podemos encontrar en muchos de estos vinos, principalmente en los blancos de godello, variedad lugareña con la que se están consiguiendo vinos estupendos y de la que soy simpatizante.
Al frente de la presentación, Laura Macías, enóloga formadora que ha trabajado en alguna bodega como Páramo de Guzmán (Ribera del Duero) o Pío del Ramo (Jumilla). Personas como esta son las que hacen falta en este mundo del vino, dispuestas a educar e inculcar a los neófitos los valores y conceptos básicos para que tengan una buena base y conozcan correctamente todo lo relacionado. Empieza con una introducción a la cata, presentando previamente la bodega y los vinos que se van a “poner a prueba”. Se procede poco a poco, explicando todas las preguntas formuladas por los asistentes que se van haciendo a lo largo de la cata, pero siempre en un ambiente muy ameno y divertido. Cómo sacar el corcho, cómo se debe presentar el vino ante el comensal, explicación de las distintas fases de la cata, sabores que se pueden detectar en la lengua, diferencias entre vino joven y vino con crianza, etc.
Bodegas Trasmunde se fundó hace poco
más de dos años, en el 2012, y
aunque sea una bodega muy joven, trabaja con propietarios de pequeñas viñas,
algunas muy viejas que dan vinos expresivos y de calidad. Es decir, estamos
ante una de las numerosas bodegas con ambición y proyección de futuro que busca
siempre la máxima calidad antes que la producción excesiva, el camino correcto
para poder triunfar. Y prueba de ello es la confianza que esta bodega deposita
en distribuidores con talento para comercializar sus vinos como es la empresa Vinum Populus de la mano de Juan Rodríguez Ortiz de Galisteo, una
de las personas que tuve ocasión de conocer en la cata de ese día y de la que
me llevé una inmejorable impresión. Ambicioso y enamorado de los buenos vinos,
que quiere hacerse un hueco en esto de vender vinos, pero siendo muy selectivo,
hurgando principalmente en los vinos de pequeñas bodegas como la que nos ocupa
hoy, cuya principal filosofía es la calidad por encima de todo. Seguro que
sonará mucho de aquí en adelante.
Como os comenté anteriormente, tengo
curiosidad por saber de estos vinos, y principalmente sobre sus tintos, tintos
gallegos que cargan todavía con el letrero de vinos extremadamente ácidos y
ligeros, casi imposibles de saborear, tradicionales y ancestros, muchos
equívocos en su elaboración hereditaria. Pues bien, esta bodega cuenta por
ahora con tres vinos, de los cuales dos son tintos y uno es blanco. Os comento
lo que me mostraron cada uno de ellos:
TRASMUNDE
GODELLO 2011
100% godello de viñedos en ladera.
D.O. Valdeorras, A Rúa, Ourense (Galicia).
15.500 botellas.
13,5% alcohol.
VISTA
Amarillo pajizo con
reflejos a oro joven, cristalino, brillante y totalmente límpido. Medio ligero
en su movimiento.
OLFATO
Nariz de media intensidad, fresca y
con apuntes balsámicos. Aparecen recuerdos a cítricos (jugo de limón), manzanas
verdes, flores blancas, finas especies (pimienta blanca) y un sugestivo fondo
mineral que nos evoca a la piedra mojada de río.
GUSTO
Entrada noble, prosigue amplio y
expresivo. Cierta sequedad. Frescura y acidez muy correctas y final de boca muy
persistente de la mano de un alcohol que da calidez a ese final, exaltando los
aromas que nos encontrábamos en la fase olfativa (cítricos y mineral,
principalmente).
TRASMUNDE
MENCÍA 2011
100% mencía de viñedos en ladera.
D.O. Valdeorras, A Rúa, Ourense (Galicia).
18.000 botellas.
14% alcohol.
VISTA
Bonito color de este tinto que
expresa juventud y carácter. Rojo cereza muy intenso de media capa con ribetes
violáceos y lágrima abundante. Su movimiento cuando hacemos girar la copa es
algo denso.
OLFATO
Nariz muy frutal y concentrada.
Cuesta un poco separar los aromas. Intensa y con marcado carácter terroso. En
primer plano recuerda a un cajillo de fresones muy maduros y a otro de
ciruelas. Regaliz y final a piedra caliente de montaña. Calidez.
GUSTO
Pura potencia en boca.
Concentración y frescura se conjugan en este vino para llenarnos la boca con
opulencia, ayudada por una acidez en su justa medida y unos taninos que no
sobresalen, es decir, es un vino joven pero es muy equilibrado, expresando lo
que debe transmitir un buen vino, su tierra.
TRASMUNDE
GARNACHA 2009
100% garnacha de viñedos de cepas viejas de más de 80 años.
6-8 meses madurado en barricas de roble francés.
D.O. Valdeorras, A Rúa, Ourense (Galicia).
1.600 botellas.
14,5% alcohol.
VISTA
Rojo cereza muy oscuro con ribete
granate. Capa alta y abundante lágrima.
OLFATO
Aromas concentrados y frutales (moras
y grosellas negras) sobre un tímido fondo tostado de crianza que nos recuerda
al café molido. Pierde algo de frescura en nariz debido a sus 14,5 grados de
alcohol, elevando con intensidad unos aromas bien ensamblados. Vino cuya nariz
sea, posiblemente, más interesante en un par de años cuando desarrolle con más
claridad toda su diversidad.
GUSTO
Potente, vigoroso y carnoso. Bien estructurado
y de sensación aterciopelada donde los taninos están presentes pero no
despuntan. Acidez armónica con el conjunto. Final cálido y persistente donde
reaparecen con intensidad los aromas a fruta negra y a tostados de la madera.
Estos vinos me demuestran que se
pueden hacer muy bien las cosas por Galicia. No sólo sus deslumbrantes blancos
de albariño o godello, por nombrar algunos, pueden dar lo mejor de una tierra
con una dilatada tradición vinícola, sino que sus tintos lejos de ser vinos
fáciles de beber, de capa ligera y fruta poco expresiva, te transmiten el
carácter de esa tierra, su alma.
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